ESPAÑA CIERRA LA PRIMERA VENTANA DE CLASIFICACIÓN CON UNA GRAN VICTORIA Y CON ESPECTÁCULO INCLUIDO

ESPAÑA (107)
(24 – 22 – 24 – 37)
Maite Cazorla (6), María Conde (21), Alba Torrens (6), Irati Etxarri (21), Raquel Carrera (10) – cinco inicial – Silvia Domínguez (6), Leticia Romero (8), Leonor Rodríguez (8), Queralt Casas (5), Paula Ginzo (10), Laura Quevedo (6), Laura Gil (-).
RUMANÍA (52)
(19 – 8 – 7 – 18)
Florina Gabriela Stanici (16), Ioana Ghizila (14), Marta Fodor (0), Dora Ardelean (7), Nicolett Orban (0) – cinco inicial – Carla Popescu (0), Blanca Maria Fota (0), Stefania Catinean (0), Katy Armanu (0), Alexandra Chita (4), Anisia Croitoru (2), Alina Podar (9).
Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo C de clasificación para el Women’s Eurobasket 2023, disputado en el Palacio Municipal Juegos Mediterráneos de Almería. El trío arbitral para este encuentro fue Amel Dahra (FRA), Silvia Marziali (ITA) y Alexandre Maret (FRA).
RESUMEN
Acabamos la primera ventana de clasificación para el Eurobasket 2023 de la mejor manera posible, con pleno de victorias y con un último partido que nos hace soñar con que este equipo puede darnos muchas alegrías en un futuro.
El partido empezaba con la apuesta de Miguel Méndez por la juventud en su quinteto inicial. Los primeros compases del partido fueron un intercambio de canastas entre ambos equipos del que salía con ventaja el equipo visitante; pero esta ventaja duró poco, un tiempo muerto de Miguel para dejar las cosas claras y los primeros movimientos en el banquillo español sentenciaban el primer cuarto con un 24-19 a favor. A partir de aquí todo cambió, las españolas subieron una marcha más en defensa, lo que conllevó a su vez a un aumento del acierto de cara al aro gracias a contraataques rápidos, robos… De esta forma se llegó al descanso con un 46-27 que dejaba el partido casi sentenciado.
Tras el descanso podía haber cambiado algo, pero no ocurrió, sino todo lo contrario el equipo español siguió aumentando la diferencia en el marcador mientras las rumanas, un equipo bastante inferior a las españolas, no supieron encontrar la fórmula para frenar esta ventaja. Con el partido ya decidido, Miguel apostó por poner en pista a jugadoras que no habían disputado el primer partido o que no habían jugado mucho para ir probando cosas nuevas, hacer equipo y dar confianza a todas y cada una de las integrantes de este equipo. El partido acabó con un 107-52 a favor de España.