VICTORIA BALSÁMICA PARA ALEJAR LOS FANTASMAS

Necesitaba una victoria el Valencia Basket para alejar los fantasmas de los últimos partidos, y con esa idea en la cabeza saltaron al parqué los valencianos. 

Empezó muy bien el partido para los intereses taronja, con 2 triples Van Rossom para marcar un 6-0 de salida, pero la defensa no acompañaba. Por suerte Burgos tampoco estaba fino en ataque. Al ecuador del primer periodo se llegaba con un 11-5 en el marcador. Valencia Basket estaba completamente atascado, lo que aprovechó Burgos para apretar el resultado gracias a la desconexión defensiva taronja que propició un parcial de 0-5 para los castellanos con un triple y una canasta de Jarrell Eddie. Con el resultado de 18-16 se llegó al final de un primer periodo más igualado de lo que se vaticinaba sobre el papel. Al inicio del segundo periodo, unos malos minutos de Dimitrjevic propiciaron varias pérdidas. Una de ellas la aprovechó Alex Renfroe para empatar el partido. Valencia Basket estaba absolutamente perdido en defensa y en ataque y el propio Renfroe aprovechó la situación para avanzar al Burgos, 23-24, en el minuto 15. El juego deslavazado y de correcalles beneficiaba al Burgos que a pesar de todos los errores en el juego de Valencia Basket, no se escapaba. Hanlan avanzó al Valencia Basket y una canasta bajo el aro de Xabi López-Arostegui dio 3 puntos de ventaja (36-33, minuto 18). La buena presión defensiva y aprovechar la superioridad interior, posibilitó que Valencia Basket llegase al descanso con un buen resultado de 40-33, y sensaciones mucho mejores.

En la reanudación, el equipo valenciano salió mucho más centrado en defensa, lo que propició buenas acciones en ataque que, después de un tiro libre de Labeyrie, pusieron a Valencia Basket por primera vez a más de 10 puntos en el marcador (45-33, minuto 24). El equipo castellano lo intentaba, pero un Valencia Basket muy serio en defensa no permitía que se acercara demasiado mientras, poco a poco, el equipo taronja iba estirando la ventaja. Al final del tercer período, el partido ya parecía sentenciado (62-42, minuto 30). Pero Burgos no había dicho su última palabra, y con mas corazón que talento se dio a la titánica tarea de tratar de remontar un partido que tenia ya muy cuesta arriba (76-63, minuto 37). Al final, los taronja solo tuvieron que gestionar bien su ventaja para acabar imponiéndose con un cómodo 84-70.