La montenegrina, que cuenta con experiencia en LF Endesa y la pasada temporada promedió 16,6 puntos y 8,9 rebotes por encuentro, pone la guinda al plantel de Liga Femenina Challenge entrenado por Bea Pacheco.
La interior montenegrina de 27 años y 1,89 metros de estatura llega a Estepona para completar el ilusionante plantel del CAB, Estepona, Costa del Sol para su primera temporada en Liga Femenina Challenge. La jugadora cuenta con experiencia en Liga Femenina Endesa, sabe lo que es lograr un ascenso a dicha categoría siendo pieza importante (Valencia Basket, temporada 2017/18) y las dos últimas campañas ha sido pilar fundamental de Unicaja. Lejos de España, su currículo la definiría como una trotamundos, habiendo jugado en países como Chipre, Turquía, Eslovenia, República Checa, Francia, Egipto, Bulgaria, Polonia y Montenegro.
Su juego le permite ser una amenaza desde cualquier posición del campo, pues cuenta con una excelente mano desde larga distancia, lo que obliga a las defensas rivales a no poder flotarla, pero también puede fabricarse sus propias canastas en las inmediaciones del aro, ya sea de espaldas al mismo o encarándolo, lo que le convierte en una jugadora muy difícil de defender. Si a eso se le suma su gran capacidad reboteadora y visión de juego, el resultado es una jugadora completamente determinante, como ha demostrado en las últimas temporadas en Liga Femenina 2.
Los guarismos que firmó en los 14 encuentros que pudo disputar antes de lesionarse hablan por sí solos: 16,6 puntos, 8.9 rebotes, 2,1 asistencias, 2,5 recuperaciones, 5,1 faltas recibidas y 20,3 créditos de valoración de media, todo ello en tan solo 25 minutos en pistas.
Unas cifras que, en el primer mes de competición, y tras una exhibición ante La Salle Melilla (35 puntos, 13 rebotes y 3 asistencias para 47 de valoración), superaban los 22 puntos, 10 rebotes y 30 de valoración de media.